3 COSAS QUE DEBES SABER ACERCA DE LA NORMATIVA DE ACCESO URBANO

En el transcurso del último año, los ciudadanos de todo el mundo han cambiado su forma de «comprar», recurriendo a proveedores en línea y creando un auge sin precedentes en las entregas a domicilio. Ante esta tendencia y al aumento generalizado de la contaminación y el ruido, las ciudades de toda Europa están buscando formas de reducir la congestión en las carreteras y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Muchas están implementando normativas de acceso urbano para reducir el tráfico de vehículos en los centros urbanos de gran densidad. Esto es lo que debes saber. Pero antes, ¿conoces la normativa de acceso urbano?

Las Zonas de Baja Emisión (LEZ) son zonas delimitadas de una ciudad o área metropolitana cuyo acceso está prohibido a los vehículos más contaminantes.

Una zona de cero emisiones (ZEZ) es una LEZ en la que solo se permiten vehículos que no producen emisiones (ZEV)

En la Zona de Emisiones Ultra Bajas (ULEZ), se aplica una tarifa a los vehículos más contaminantes en el centro de Londres.

La normativa varía en función del país y la ciudad: 

Si la carretera te conduce a través de varias ciudades o países, es probable que te encuentres con diferentes normativas en el camino. Consulta la normativa de cada ciudad antes de llegar.

Esto es solo el comienzo:

Las ciudades europeas aspiran a cumplir el ambicioso objetivo respecto  de las emisiones de carbono y es probable que continúen expandiendo las LEZ. Además, estas zonas probablemente pasarán de LEZ a ULEZ (la U corresponde a Ultra) e incluso a ZEZ (la Z corresponde a Zero). Como la mayoría de los cambios de zona se anunciarán con un año de antelación, debes estar pendiente.

Te va a costar: 

Estar atascados en el tráfico les cuesta a los camioneros un promedio de 63 $  por hora en tiempo perdido y combustible desperdiciado; disminuir las congestiones no solo es positivo para el medio ambiente, también lo es para tus resultados finales. Es más, ignorar estas normativas también te puede costar. Si te pillan infringiendo las reglas, puedes tener que pagar 80 € en Milán, Italia, y en Colonia, Alemania; hasta 135 € en París, Francia; ¡y hasta 250 € en Ámsterdam, Países Bajos!*