¡De una aventura en solitario… a una empresa familiar!

Publicado en 17 de octubre de 2021 - 5 minuto(s) de lectura

No todos los propietarios de empresas sueñan con legar su empresa a sus hijos o al mejor postor. Puede suceder que el camino de un emprendedor se cruce con el de un empleado meticuloso y trabajador que puede convertirse en un sucesor «natural».
Fuimos a Martigues, en el sur de Francia, a 40 km al oeste de Marsella, para encontrarnos con Gérard Loubet (exdirector de Transbennes), Freddy y Rosy (los actuales gerentes) y Rémy Vandenbussche (su hijo, conductor de Transbennes). Tuvimos una animada charla a la sombra de las palmeras, en una hermosa mañana de verano.

¿Podríais presentaros?

Gérard: Mi nombre es Gérard Loubet. Tengo 72 años y medio y estoy felizmente jubilado. Comencé mi carrera en el transporte a los 18 años, sin un céntimo. Sabía lo que quería: un Scania nuevo y lo conseguí en alquiler. En aquel entonces, podías empezar sin nada; hoy en día, no podrías hacerlo.

En 1986, fundé la empresa de transporte Transbennes.

Freddy: Soy Freddy Vandenbussche. Soy exactamente 10 años más joven que Gérard; es decir, 62 años y medio (se ríe). Trabajé 6 años para el ejército belga antes de convertirme en conductor de larga distancia.

Me incorporé a Transbennes en 1996 como conductor.

Rosy: Mi nombre es Carmen, pero todos me llaman Rosy. Soy la esposa de Freddy y la cogerente, con él, de la empresa Transbennes desde 2013.

Rémy: Soy el hijo de Freddy y Carmen. He cumplido 30 años este año. Obtuve la licencia para conducir camiones en 2013 y comencé a trabajar en Transbennes como conductor de inmediato: no lo creerías, verdad, de alguien que se enferma en un camión... ¡a menos que yo conduzca, claro!

Gérard, ¿puedes resumir la historia de Transbennes hasta tu salida en 2013?

Gérard: Fundé Transbennes en 1986 en Martigues. Trabajaba con mis dos hermanos, Jacques y Alain, que eran accionistas y conductores de la empresa. Diez años después compré Transki, una pequeña empresa de tres camiones especializada en el transporte de mercancías de corta distancia. Fusioné las dos empresas para formar una flota de siete camiones.

Ese mismo año, en 1996, contraté a Freddy como conductor.

Me di cuenta rápidamente de que era trabajador y meticuloso. En un momento determinado, le tiré una mano y comencé a delegarle algunas responsabilidades. Sabía que tarde o temprano iba a dejar de trabajar y mi única hija no estaba interesada en hacerse cargo de la empresa.

Recibí ofertas de clientes que querían comprar Transbennes. Cuando has creado una empresa desde cero, legarla no es solo una cuestión de dinero. También hay que tener en cuenta los sentimientos... ¡y soy sentimental con esas cosas!

Todos los conductores sabían que Freddy me reemplazaría. Así que entregar Transbennes a Freddy y Rosy en 2013 fue algo natural.

Freddy y Rosy, ¿cómo fue el relevo

Freddy: No voy a mentir: cuando sustituí oficialmente a Gérard, fue un infierno. Los otros conductores estaban celosos, aunque sabían desde hacía años que yo me haría cargo de la empresa.

Rosy: Pensaban que Gérard nos había dado la empresa así no más...

Freddy: Rosy se despertaba durante la noche. Por culpa de los chicos, nuestras vidas fueron miserables. Fueron dejando la empresa uno por uno. Entonces llegó Rémy. Y poco a poco formamos un buen equipo con excelentes conductores.

¿Cómo se reparte el trabajo ahora?

Freddy: Hay que señalar que fue Rosy quien obtuvo el certificado de competencia profesional. Para nosotros, asumir la gestión de Transbennes era realmente un asunto de familia.

Hoy en día, me hago cargo del equipamiento y de los hombres. Rosy tiene a su cargo el aspecto administrativo, incluidos todos los aspectos legales. Desde hace tres años, Rémy me apoya en la gestión de las relaciones con los conductores y los clientes.

Se podría decir que el equipo directivo tiene tres cabezas.

Rémy, ¿es obvio que te hagas cargo de la empresa?

Rémy: Me gusta lo que hago. Soy más exigente conmigo mismo que con los demás conductores. No quiero que la gente me vea como el hijo del jefe que cree que puede hacer lo que le apetezca. Voy avanzando poco a poco. En la actualidad, soy el conductor más veterano de la empresa. Pero no me estoy presionando; ya veremos qué pasa...

Freddy, ¿es importante para ti que la empresa permanezca en la familia?

Freddy: Si tiene que ser así, muy bien. Pero sino, no importa. En Transbennes, no hay un jefe, hombre o mujer, o el hijo de un jefe; solo hay un equipo de hombres y mujeres (Rosy y una conductora) que trabajan en un buen ambiente. Nuestro lema es «Hoy por ti mañana por mí», desde todo punto de vista.