El muñeco Michelin es un embajador, no un simple logotipo
Como quizás hayas visto en películas antiguas, por aquel entonces los neumáticos eran blancos, y este fue el color que naturalmente adoptó el personaje y que se ha mantenido hasta nuestros días. Además, en aquella época el principal mercado de neumáticos no era el de coches, sino de bicicletas, por lo que el muñeco se creó como un montaje de anillos finos, diferente al que conocemos hoy.
Se convirtió inmediatamente en el embajador de la marca Michelin. En campañas de publicidad de principios del siglo XX, personas disfrazadas de muñeco Michelin iban entregando pequeños muñecos Bibendum entre el público. Puedes imaginar con qué rapidez se hicieron populares.
Este simpático muñeco, que inspiraba confianza y enfatizaba el confort proporcionado por los neumáticos Michelin, fue un gran éxito. Además, como embajador de la marca no ha sido un logotipo fijo, sino que ha tenido la capacidad de evolucionar con las décadas. Esto le ha permitido conservar siempre su pertinencia ante los cambios en los estilos de vida, e incluso entrar con éxito en el mundo digital.
Siempre un sonriente y atento ángel guardián de la carretera
Compruébalo tú mismo: a lo largo de un siglo se deshizo del puro y el monóculo, y se puso en forma: perdió peso a pesar de pasar de los finos neumáticos de bicicletas a los gruesos neumáticos de camiones, rejuveneció y cambió sus botas por cómodos zapatos para conducir. Todos estos cambios le dieron más libertad de movimiento. Sin embargo, hay un elemento que nunca ha cambiado: su color blanco.
Helen Tattersall, una de las responsables de la marca lo resume así: «El muñeco Michelin personifica nuestros valores y refleja a nuestros clientes, por eso evoluciona a la par que ellos. Es también un recordatorio del mensaje implícito al utilizar nuestros neumáticos: independientemente de la marca de su camión, con Michelin está seguro».
Gracias a la combinación de los valores positivos que representa y su capacidad para mantenerse actualizado, el éxito del muñeco Michelin nunca disminuyó. Tanto es así que, en el año 2.000, poco después de celebrar su centenario, el Financial Times lo eligió como el mejor logotipo del mundo, y un estudio mostró que el 90 % de la población mundial podía reconocerlo instantáneamente.
Pero todo esto no nos dice cómo acabó en lo alto de los camiones. Vamos a verlo.
Un producto icónico que apareció a comienzos de los años 1950
En algún momento de esta increíble historia de éxito, unos clientes entusiastas de Michelin tuvieron la idea de colocar su muñeco Michelin de publicidad en el techo de sus vehículos, particularmente en camiones.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo de los neumáticos radiales, una revolución en la industria automovilística, aceleró este movimiento, reforzándose a la vez la presencia de Michelin en el mundo de los camiones. También se fue asociando al embajador de la marca con la seguridad superior proporcionada por sus neumáticos. La imagen del muñeco Michelin se ha convertido en la personificación perfecta de los valores de la marca, un muñeco tridimensional que ha pasado a ser una especie de ángel guardián que cuida al conductor y a su camión… manteniéndoles seguros.
En los años 1950, Michelin decidió fabricar muñecos de mayor calidad y más resistentes, específicamente diseñadas para colocarse en los techos de los camiones. Esto transformó la excéntrica idea de unos cuantos fans de Michelin en una verdadera tradición en el mundo de los transportistas.
¡El muñeco de Michelin vuelve por petición popular!
En 2016, por petición popular, y porque había en circulación demasiados muñecos Michelin falsos, se lanzó una nueva edición. Se hicieron en dos versiones: una para el exterior, hecha de un plástico que mantiene el color con el paso del tiempo y que se entrega con anclajes de acero para sujetarla de forma segura al techo del camión, y otra algo más pequeña para el salpicadero, con la mascota sentada en dos neumáticos de camión.
El muñeco Michelin, un icono de la marca apreciado por todos y universalmente reconocido, es verdaderamente un símbolo único, sin equivalencia en el mundo de los camiones o en cualquier otro.
