Cuáles son las expectativas en el sector del transporte por carretera en Europa para el año 2023 y siguientes

Publicado en 13 de diciembre de 2022 - 5 minuto(s) de lectura

N.° 1: Aceleración del comercio electrónico prevista

Si bien es cierto que el sector del comercio electrónico ya estaba mostrando un crecimiento constante antes de la pandemia, durante el confinamiento general se batieron todos los récords. Para los países de la UE en su conjunto, el comercio electrónico generó un ingreso total de 757 mil millones de euros en 2020(1).

En Europa, la adopción digital pasó de un 81 % a un 95 % tras la crisis de la COVID-19: un incremento que hubiera supuesto de dos a tres años en la mayoría de sectores empresariales a tasas de crecimiento anteriores a la pandemia(2). Y se prevé que esta tendencia continuará.

Es importante recalcar que mientras los consumidores efectúan cada vez más sus compras en Internet, sus expectativas han aumentado, en particular, con respecto a la rapidez. La entrega de productos en tiempo casi real se ha convertido en la nueva norma en todos los sectores.

N.° 2: La movilidad sostenible debe que ocurrir

El mayor reto que enfrenta el sector del transporte es reducir sus emisiones para ser más sostenible. Las normas son cada vez más exigentes, en particular con la nueva herramienta VECTO (Vehicle Energy Consumption Calculation Tool) estándar.

Para las entregas de último kilómetro en zonas urbanas, los vehículos de reparto ya están rumbo a la electrificación..

No obstante, según IHS, en 2030, el 90 % de vehículos comerciales medios y pesados (M&HCV, por sus siglas en inglés) seguirán funcionando con diésel. En 2035, estos vehículos representarán el 64 % de las ventas de vehículos. Aunque dicho número no debería ser inferior al 50 % hasta después de 2040, la mayoría de vehículos con motor diésel seguirán en circulación hasta 2050⁽³⁾.

Por lo tanto, sobre la base de las previsiones del precio del carburante, así como del coste de las tecnologías y las restricciones reglamentarias:

Se prevé que el diésel seguirá siendo la opción más competitiva, en términos de costes, y el carburante dominante para el transporte por carretera hasta 2040.
Los vehículos híbridos podrían alentar la resiliencia del diésel en caso de presión en las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) y contaminantes.
Al parecer, el gas natural es el carburante que más se asemeja al diésel en términos de coste total de propiedad ,y además, contribuye a reducir las emisiones de carbono y contaminantes.

N.° 3: Digitalización para optimizar las flotas

Cuando se habla de digitalización, pensamos no sólo en todas las plataformas de mercancías, sino también en el aspecto telemático, con camiones conectados que permiten ahora un mantenimiento predictivo

La telemática permite recopilar datos que la inteligencia artificial puede utilizar a fin de optimizar la gestión de las flotas.

En la actualidad, en Europa, el 38 %(4) de los vehículos de más de 6 T está conectado.

A medio plazo, la digitalización debería permitir conectar todos los factores y flujos de datos…

N.° 4: Innovaciones en marcha

La innovación en el transporte nos lleva a pensar inevitablemente en vehículos autónomos, para los cuales podemos distinguir cinco niveles de autonomía (de 1 a 5). El nivel 1 corresponde a la asistencia al conductor, mientras que el nivel 5 es un vehículo completamente autónomo. Se prevé que, para el 2025, se alcanzará el nivel 3, un vehículo semiautónomo.

Aunque aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar el nivel 5, este nivel promoverá el platooning (la utilización de pelotones de camiones o trenes de carretera), lo que reducirá la huella ecológica (puesto que la disminución del consumo de carburante reduce las emisiones de CO2) y optimizará la seguridad (al reducir el riesgo del error humano, en particular, la frenada de emergencia).

Se trata de una tecnología que se está introduciendo gradualmente y, aunque no se consolidará antes de 2035, ya deberíamos tenerla en cuenta.